jueves, 18 de noviembre de 2010

GIRAFA

 LA JIRAFA UN ANIMAL INCREIBLE

La jirafa (Giraffa camelopardalis) es un mamífero artiodáctilo de la familia Giraffidae propio de África. Es la más alta de todas las especies vivientes de animales terrestres. Los machos pueden medir de 4,8 a 5,5 m de altura y pesar hasta 900 kg. El nombre común 'jirafa' y primer término del nombre binomial Giraffa proviene del árabe الزرافة (ziraafa o zurapha), que significa "alta". El segundo término que da nombre a la especie camelopardalis proviene del griego καμηλοπάρδαλη camelopardale y del latín camelopardalis, que significa "camello leopardo".
La jirafa está emparentada con cérvidos y bóvidos, pero pertenece a otra familia, los jiráfidos (Giraffidae), que comprende únicamente a la jirafa y su pariente más cercano, el okapi. Julio César indrodujo la primera jirafa en Europa traida de su campañas en Asia menor y Egipto donde conoció a Cleopatra. Sin tener claro qué animal era, los romanos la bautizaron cameleopardo, un cruce entre camello y leopardo, convirtiéndose en el nombre científico que se utiliza hasta hoy.
La jirafa normalmente habita en sabanas o en espacios abiertos. Sin embargo, cuando el alimento escasea, es capaz de adentrarse en áreas con densa vegetación. Las jirafas prefieren las áreas de acacias en crecimiento. Pueden beber grandes cantidades de agua cuando está disponible, lo que les permite sobrevivir a grandes periodos secos en tierras áridas.

ORIGEN Y SU EVOLUCION:
La jirafa es una de las dos especies vivas de la familia Giraffidae, junto con el okapi. La familia fue muy amplia, con numerosas especies. Las jirafas evolucionan de un gran mamífero ramoneador, de unos 3 metros y con aspecto de antílope que vivió en Europa y Asia hace entre 30 y 50 millones de años. [2]
El jiráfido conocido más antiguo es el Climacoceras, parecido al ciervo, con unos cuernos como los de la jirafa. Aparición a principios del Mioceno. Ejemplos tardíos incluyen los géneros Palaeotragus y Samotherium, del Mioceno inferior al medio. Ambos eran de considerable altura en la cruz, habían desarrollado una cornamenta simple y no ramificada como las jirafas modernas, pero aun tenían el cuello relativamente corto.[3]
Comparación entre los jiráfidos miocénicos de África: Palaeotragus (los más altos) y Climacoceras (los más bajos).
A partir del Plioceno Superior, la variedad de jiráfidos se redujo drásticamente, hasta quedar solamente las dos especies referidas anteriormente. El género al que pertenece la jirafa moderna evolucionó durante el Plioceno, e incluye otras especies de cuello largo, como Giraffa jumae que no sobrevive hoy.[3] Alan Turner propone, en su libro Evolving Eden (2004), que los ancestros de la jirafa serían de color oscuro con manchas pálidas, y que esas manchas pasaron a tener una forma estellada antes de formar el modelo reticulado que hoy encontramos.[4] La especie moderna Giraffa camelopardalis apareció durante el Pleistoceno hace un millón de años.
La evolución de la longitud del cuello de las jirafas ha sido objeto de mucho debate. La explicación clásica es que el cuello se alargó para alcanzar la vegetación más alta que no era accesible para otros herbívoros, dando a las jirafas una ventaja competitiva.[3] Sin embargo, una teoría alternativa propone que evolucionan como carácter sexual secundario, dando a los machos una ventaja ante el "necking" para establecer el dominio y el acceso a las hembras receptivas. Esta teoría se basa en que las jirafas comen frecuentemente de arbustos bajos, y que el cuello de los machos es significativamente más largo que el de las hembras.[5] No obstante, esta teoría no está aceptada universalmente y estudios recientes la han puesto en duda, apoyando la explicación clásica

Reproducción

Necking

Dos machos luchando con el cuello (necking).
Se define como necking el enfrentamiento entre machos, golpeándose con el cuello, por el acceso a las hembras. Estas batallas pueden ser fatales, aunque la mayoría de los casos no son muy severas. La longitud del cuello y el peso de la cabeza permiten golpear al adversario con la fuerza suficiente como para noquearlo. Se ha observado que los machos que tienen éxito en el necking tienen mejor acceso a las hembras en celo, por lo tanto la longitud del cuello podría ser producto de una selección sexual.
Otra función del necking es la sexual, ya que durante el enfrentamiento los dos machos se acarician y cortejan el uno al otro, conduciendo en ocasiones hasta la monta y clímax. Este tipo de interacción entre machos es más frecuente que la cópula heterosexual. En un estudio sobre el tema, se pudo observar que el 94% de los casos analizados eran encuentros entre dos machos, frente al 1% entre dos hembras.

Gestación y crías

Cópula de dos jirafas.
La gestación de una jirafa dura entre 14 y 15 meses; nace una sola cría. La madre da a luz de pie y el saco embrionario se rompe cuando el bebé cae al suelo. Las jirafas recién nacidas miden cerca de 1,8 m y pesan aproximadamente 50 Kilos. A las pocas horas de haber nacido, las crías pueden correr y no se distinguen de una cría de una semana de edad. Durante las dos primeras semanas pasan la mayor parte del tiempo recostadas, resguardadas por su madre. Mientras que las jirafas adultas son demasiado grandes para ser atacadas por la mayoría de los depredadores, las más jóvenes pueden ser presa de leones, leopardos, hienas y perros salvajes. La cría se vuelve independiente alrededor de los 18 meses y se alimenta de la leche materna hasta esa edad. Sólo del 25 al 50 por ciento de las jirafas llegan a la edad adulta; aquellas tienen un promedio de vida de entre 20 y 26 años.

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